Los nuevos formatos de las oficinas 3.0 provienen de cómo se trabaja actualmente respecto cómo se trabajaba hace 20 años y de entender mejor las necesidades de los trabajadores actuales.

Hace 20 años, las oficinas 1.0 tenían el 30% de los espacios ocupados por despachos cerrados, un 40% para cubículos o box cerrados y sólo un 10% eran espacios para reuniones. Eran unas oficinas muy herméticas y no favorecían el trabajo en equipo, provenían de una cultura laboral muy jerárquica y con desconexión total de lo que es la Cultura Colaborativa. Ahora las empresas tienen muchos espacios multidisciplinares para favorecer un trabajo más conectado con los formatos de trabajo actuales.

En las oficinas 2.0, del s. XX, el 65% de los espacios eran open space, con una gran disminución de los despachos cerrados, pero aún se mantenía un ínfimo 10% para espacios de reunión, donde poder colaborar en equipo y discutir temas de forma ágil y cómoda.

Aún hoy en día, la gente va a trabajar cada mañana, y se sienta en su lugar de trabajo asignado, es decir que cada trabajador tiene su propia mesa, pero se queda vacía la mitad de la jornada laboral, este desperdicio de espacio tiene grandes costes económicos para las empresas, a nivel inmobiliario.

Las nuevas propuestas en las oficinas 3.0 pasan, sobre todo, por cambiar del 10% actual a un 60% las zonas comunes de colaboración, por favorecer los encuentros en diferentes espacios de reuniones y olvidarse ya de tantos espacios asignados ( casi se podrían decir reservados) que se desaprovechan.

Este nuevo formato de oficinas genera espacios de colaboración donde las nuevas ideas empresariales se pueden buscar con comodidad, y se crean grandes sinergias imposibles en los formatos antiguos.

También aparecen nuevas propuestas de espacios donde las ideas crecen en un entorno no dirigido, son las zonas de relax: pueden ser zonas para estar, para reunirse de pie o áreas de documentación, tipo bibliotecas.

Otra tipología de espacio son las zonas de juego, que también son muy útiles para que los trabajadores puedan pensar nuevas ideas en otra atmósfera más distendida.

Evidentemente estas nuevas formas de trabajar se fundamentan con un estilo de trabajo completamente digitalizado, basado en la tecnología y en el uso masivo del portátil o de la tecnología que permita la movilidad dentro de la oficina.

La Evolución de las oficinas hacia el formato 3.0 es una tendencia natural, pero también una necesidad social, pues ¡el ambiente laboral dirigido a la Cultura Colaborativa permitirá retener el talento de las nuevas generaciones que se incorporan al mercado laboral actual!

Olga Guday
Arquitecta