La gestión del cambio, cuando nos planteamos un posible traslado de Sede, consiste en una serie de fases que suponen que el cambio de espacio de trabajo contribuya a mejorar la productividad, eficacia, eficiencia y fidelización de los clientes (empleado o cliente).
Normalmente las empresas deciden un cambio de ubicación o ampliación de sus instalaciones y la consiguiente reforma del espacio de trabajo, obligados por agentes externos: crecimiento de la plantilla, cambio de las vías de comunicación o simplemente por reducción de costes.
Este tipo de decisiones se suelen tomar de manera precipitada y basándose principalmente en dos factores acuciantes: la falta de espacio y la reducción de costes. La solución “cortoplacista” y desordenada, desaprovecha la oportunidad de hacer un cambio real en la organización empresarial, que permitiría buscar un objetivo de crecimiento y cambio cultural.
En We love work Spaces acompañamos en este proceso de cambio: Cambiamos la forma para mejorar el contenido.
La remodelación de los espacios de trabajo es una gran oportunidad para potenciar la cultura de la empresa, su imagen interna y externa, cohesionar los equipos haciéndolos participes de ese cambio, y definir y transmitir la misión, visión y valores de la empresa.
Así pues, el “primer paso es hacia dentro” como nos indica el profesor de Psicología de la U.B., Manuel Domínguez.
Y por ello la primera fase consiste en reflexionar: ¿Por qué queremos cambiar? y ¿para qué queremos ese cambio en nuestra empresa?
En esta primera fase promovemos un periodo de reflexión transversal en el que participan empleados, dirección y propietarios de la empresa.
Las formas condicionan el contenido y no se trata solo de cambiar la luminosidad de las estancias, crear espacios “Google” o crear ambientes con “hot desking” porque están de moda, pues se hará aquello que favorezca la felicidad en el trabajo para ser más efectivo, productivo y eficaz, alineado con los objetivos de la empresa. Es decir, aprovechamos el cambio espacial para promover un cambio cultural.
Los líderes en la empresa, bien acompañados, deben de seleccionar los motivos reales del cambio, que pueden ser: que la nueva sede sea un mejor reflejo de las personas que dirigen, de sus valores y sus aspiraciones; para hacer la empresa más eficaz y productiva; para mejorar la comunicación; para evitar el doble gasto de dos instalaciones y los gastos extra de desplazamiento; para optimizar recursos; para gestionar la presencia familiar, el traspaso generacional y convertirse en una familia empresaria; y otros motivos.
Por esos motivos que marquemos, de nuestra empresa que es única, es por lo que se necesita entonces un cambio, y nos va a permitir tomar decisiones con todo el aplomo y la seguridad que una empresa profesional y optimizada merece.
¡Estos motivos únicos son la 1ª clave y el camino para la mejora en el proceso de cambio hacia la empresa 3.0!
Carmen Pérez-Pozo
Abogada
Gestión del cambio
22/01/2019